10 Consejos para disminuir el desperdicio de alimentos
Según la FAO, en Costa Rica el 40% de los alimentos se desperdicia o desecha inclusive antes de ser consumidos, los motivos que desencadenan esta triste realidad son distintos y se encuentran distribuidos en varios puntos de la cadena de producción, suministro, comercialización y consumo. En otras palabras, a nuestras mesas llegan únicamente el 60% de los alimentos que producimos, el 40% restante no alimenta nuestra población, alimentan botaderos y rellenos sanitarios.
Las consecuencias del desperdicio de alimentos calan a nivel social donde no hay suficientes alimentos saludables para garantizar una adecuada nutrición a todos los costarricenses, en lo económico significan ingresos que dejan de percibir los productores y demás actores involucrados en las redes de suministro, mientras que a nivel ambiental se deben considerar los recursos naturales y energéticos invertidos en producir alimentos que no alcanzaron a cumplir su propósito, y el costo ambiental de gestionar dichos residuos. Si el desperdicio de alimentos fuera un país ocuparía el tercer lugar en cuanto a emisión de gases de efecto invernadero, solamente detrás de China y Estados Unidos.
Ante la magnitud y complejidad de este problema es normal reaccionar como solemos hacerlo cuando enfrentamos contingencias similares; sintiéndonos minúsculos e incapaces de hacer una diferencia. Por lo cual pretendemos brindar una serie de recomendaciones sobre que podemos hacer a nivel individual y familiar para aportar soluciones y enfrentar el desperdicio de alimentos desde dos frentes: 1) disminuyendo el desperdicio de alimentos en nuestros hogares y 2) gestionando adecuadamente aquellos residuos que fue inevitable producir.
¿Cómo disminuir el desperdicio de alimentos en mi hogar?
Para disminuir el desperdicio de alimentos en nuestras familias la FAO recomienda adoptar los siguientes hábitos:
1) Pida porciones pequeñas: es mejor servirse varias veces porciones pequeñas, que dejar alimentos sin consumir en su plato. Si estás en un restaurante que sirve porciones muy grandes puedes compartir con tus amigos o familiares.
2) Haga compras inteligentes: planificar con antelación las comidas semanales de tu familia y hacer una lista de compras detalladas, permite comprar las porciones justas y evita adquirir más de lo que necesitamos.
3) Ame la comida sobrante: aprenda a valorar los sobros de comida, podemos ser creativos y utilizar nuestros sobros para preparar platillos nuevos. Evite preparar comida con ingredientes frescos cuando aún existen sobros en su refrigerador.
4) Revise su refrigerador: antes de hacer compras revise el refrigerador para entender que tiene y que necesita. Previo a preparar un platillo revise sus ingredientes y procure incorporar aquellos que están prontos a caducar.
5) Rote la comida en su refrigerador: trate de usar los productos que había comprado anteriormente, mueva los productos más viejos al frente y deje los más nuevos atrás.
6) No discrimine a los feos: muchas frutas, verduras y legumbres son desechados por tener imperfecciones, a pesar de que estas no afectan la calidad, salubridad o el valor nutricional de los alimentos. Este rechazo de productos “feos” ocurre en todas las fases de las agro cadenas, pero su verdadera causa reside en el repelo del consumidor final.
7) Entienda las fechas de caducidad: “Consumir preferiblemente antes de” significa que el alimento es mejor antes de esa fecha, pero continúa siendo seguro para el consumo después de esta. Mientras que la fecha de caducidad o vencimiento, así como la etiqueta “consumir antes de” significa que después de esa fecha consumir el alimento puede resultar inseguro.
8) Consuma local: cuantos menos eslabones tuvo que recorrer su alimento desde el campo hasta su plato, menos posibilidades tiene de ser dañado o rechazado en alguna de las etapas de las cadenas de suministro y distribución.
9) Sea consciente a la hora de botar la basura: botar basura es una actividad tan habitual en nuestras vidas, que la solemos hacer de manera rutinaria e inconsciente. Antes de botar cualquier alimento deténgase a pensar ¿Qué tuvo que haber pasado para que este alimento llegara desde el campo hasta mi casa? y ¿Cómo pude haber evitado el tener que botar este alimento?
10) Done sus excedentes: a veces se hace difícil evitar el excedente de comida en buen estado, cuando esto sucede podemos considerar donarla. La Red Costarricense para la Disminución de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos le puede asesorar a encontrar organizaciones que pueden aceptar su donación.
A pesar de seguir todos los consejos al pie de la letra a veces se hace imposible evitar el desperdicio de alimentos, además no todas los componentes o fracciones de nuestras frutas, verduras, hierbas y legumbres son comestibles por lo que la producción de residuos orgánicos es ineludible. De hecho, en Costa Rica los residuos orgánicos representan en promedio el 55% de los residuos producidos en el hogar, por lo que debemos saber como gestionarlos adecuadamente..
Uno de los mitos más comunes es que botar los residuos orgánicos junto al resto de nuestros desechos, no contamina puesto que estos son biodegradables, lo cierto es que esta práctica genera contaminación de diversas formas. Los ambientes anaeróbicos de los rellenos sanitarios y botaderos provocan que los residuos orgánicos emitan casi 7 veces más gases de efecto invernadero que al gestionarlos mediante compostaje, a esto se le debe sumar la contaminación del camión recolector y el camión que lleva los residuos a su sitio de disposición final, por ejemplo, los residuos generados en Pérez Zeledón recorren unos 220 kilómetros y al ser dispuestos en Miramar. Adicionalmente los residuos orgánicos en botaderos generan lixiviados que contaminan nuestras fuentes de agua.
¿Cómo gestionar adecuadamente los residuos orgánicos?
La ventaja de los residuos orgánicos en comparación a otros tipos de residuos es que se pueden gestionar fácilmente en su sitio de origen mediante el compostaje, de esta manera no solo evitamos que los residuos generen contaminación, sino que también producimos compost que podemos usar para mejorar la salud de nuestros suelos, plantas y cultivos.
Existen muchas maneras de hacer compostaje doméstico (tipos de compostaje), cada una tiene sus ventajas y desventajas, sin embargo, la maneras más rápida y sencilla es mediante composteras 360 que permiten cosechar compost cada 15 días, utilizando un espacio reducido, en un proceso oxigenado y libre de malos olores.
Debemos recordar que el primer paso para lograr una gestión integral de nuestros residuos es evitar anticipadamente generarlos; lo que no necesito no lo compro, lo que compro procuro aprovecharlo y aquello que no pude aprovechar lo composto. Seguir este mantra le permitirá a usted y a su familia virar hacia una gestión integral de los residuos orgánicos y trabajar hacía una disminución del desperdicio. Donde la comida alimente a nuestra población y no a nuestros basureros.